viernes, 11 de octubre de 2019

Asesinos en Serie


Existe cierta fascinación hacia los asesinos en serie, en especial debido a la imagen que la fantasía nos ha dejado de ellos. Personajes como Hannibal Lecter, Dexter Morgan o Patrick Bateman nos muestran a esta clase de personaje con cierta sofisticasión, como si fueran elegantes depredadores a los que se les debe mirar con una mezcla de miedo y admiración. La realidad suele ser mucho menos glamurosa.

El concepto de asesino en serie fue acuñado recién en la década de 1970, aunque hay casos registrados desde la edad media. Según los forenses y psiquiatras que han estudiado este tipo de criminales, por lo general presentan los primeros rasgos de su patología en la infancia. Muchos de ellos fueron víctimas de abusos, y mostraron aficiones insanas como la piromanía o la tortura de animales. Otro detalle es que es comùn que muestren casos de enuresis (orinarse en la cama mientras duermen) a una edad mucho mayor de lo que es común en los niños pequeños.


Otra categorización que se debe tener en cuenta con respecto a estos asesinos es la de organizados y desorganizados. Los asesinos desorganizados tienen un coeficiente intelectual de medio a bajo, quienes se dejan llevar por su instinto homicida de forma ciega a la hora de ejecutar sus crímenes, realizando luego rituales de tipo necrofílicos o de canibalismo en los cadáveres de sus víctimas, sin preocuparse luego por ocultar los vestigios del crimen. Por su lado, el asesino en serie organizado es un personaje con alto coeficiente intelectual, con una personalidad tranquila y calculadora, el cual puede estar durante años planeando un asesinato. Suelen tener un alto conocimiento en técnicas de investigación, para de esa manera esconder cualquier vestigio que los conecte con sus asesinatos. Otros son extremadamente narcisistas, buscando notoriedad con sus asesinatos, de tal manera que para la policía sea un verdadero reto intentar atraparlos.

Dentro de los casos más notorios asesinos en serie que hemos tenido a lo largo de la historia podemos nombrar:
Gilles de Rais: Noble francés que luchó junto a Juana de Arco en la guerra de los 100 años y que violó y asesinó de manera horrenda a 140 jóvenes y niños.


Jack el Destripador: Sobrenombre para un desconocido asesino que mató y mutiló mujeres en Londres durante el verano de 1888. Asesinó 5 víctimas.


Ed Gein: asesino y ladrón de tumbas. Usaba los restos de sus víctimas o de cadáveres que robaba del cementerio para hacer adorno. Fue la inspiración para asesinos en serie ficticios como Norman Bates de Psicosis, Leatherface de La Masacre de Texas y Buffalo Bill del Silencio de los Inocentes.


John Wayne Gacy: Mató y violó chicos jóvenes usando un disfraz de payaso. Fue una de las inspiraciones para la creación de Pennywise el payaso.


Ted Bundy: Violador y asesino norteamericano que se hizo famoso por su histrionismo y por asumir su propia defensa en su juicio. Fue ejecutado en la silla eléctrica el 24 de enero de 1989.


Más allá de lo que nos muestra la ficción, la variedad de personalidades y característica de los asesinos en serie es mayor que el estereotipo del elegante depredador. Lo único que podemos generalizar para todos es que son monstruos totalmente desprovistos de empatía, por lo cual no hay nada que los detenga a la hora de hacer daño a alguien.